Entrevista a
Shu Taira
Asahikawa (Japón), 22/07/1942
Pionero del Judo en Asturias
«Mi intención es difundir la cultura de Japón, las artes marciales y el Judo»
¿Cuando empezó a practicar Judo? ¿Por qué?
Empecé a practicar Judo a los 10 ó 11 años, al finalizar el equivalente a la educación primaria. ¿Por qué? No fue por mi propia voluntad. Creo que mi padre, que era Judoka, consideró que valía la pena introducirme y aprovecharme para el Judo porque, de todos mis hermanos, yo era el que tenía el carácter más apropiado, debido a que era un poco bruto, me ruborizaba fácilmente delante de otras personas y no me gustaba perder en nada [risas], y así de paso corregir mi carácter.
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Shu Taira en el instituto |
¿Quienes fueron sus maestros?
Mi primer maestro fue mi padre, Tsuson Taira. Él había empezado Judo en el instituto y continuado en la universidad de Kyoto. Al volver de Kyoto para hacerse cargo de un templo, ya que era monje budista, lo compaginó con la enseñanza del Judo en varias instituciones locales.
Mi segundo maestro fue, durante mi época del instituto, Hideo Kato (9º dan), fallecido hace unos años, con quién desarrollé mi técnica de Judo.
Considero que mi último maestro es Toshiro Daigo, uno de los tres actuales 10º dan que hay en Japón. Fue mi maestro en la época universitaria. Con él, más que técnica, aprendí el espíritu del Judo. En esa época era entrenar, entrenar, entrenar… y descubrir qué era el Judo.
Recuerdos de sus inicios
Recuerdo varias anécdotas de esa época. Por ejemplo, en mi primer día en el Dojo (habíamos empezado cuatro o cinco compañeros de la misma edad) había un cinturón negro encargado de enseñar las caídas a los nuevos alumnos, que me reconoció y me dijo:
– Shu, tú que eres hijo del maestro Taira, ya sabrás caer, ¿no?
– Si, ya se caer – contesté.
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Tsuson Taira & Shu Taira – Itsutsu Kata – Palacio Deportes Oviedo 1975 |
Vaya tonto que fui. Por querer presumir y destacar sobre los otros compañeros [risas], me cogió para hacer randori con él, y como yo no sabia caer bien, me machacó con proyecciones más de 50 veces. Ahí aprendí a caer… duramente [risas].
Hay otra anécdota que me gustaría compartir. Cuando yo tenía unos 11 años mi padre organizó un festival de Judo con mucha pomposidad invitando al presidente del Kodokan y a los campeones de Japón de la época (uno era el maestro Daigo). Hicimos una Kata de sólo cinco movimientos (Itsutsu no kata) ante un aforo abarrotado. Mi padre no me había explicado para que servía esta kata, que no contiene movimientos convencionales de Judo, ni qué significaban sus movimientos, que son una expresión de la naturaleza con movimientos de Judo, sobre todo del agua, ya que con su fuerza el agua puede derribar una roca. Es muy filosófico. Pero no me lo había explicado, yo no sabia lo que estaba haciendo. Treinta años después tuve la oportunidad de volver a ejecutarlo con mi padre en el Palacio de los Deportes de Oviedo (1975), ante 5000 espectadores, y ahí si entendía lo que significaba, y pude disfrutar de la kata.
¿Ha practicado otras artes marciales?
No… Y digo no, porque en Japón es muy difícil practicar otras artes marciales, ya que necesitas una dedicación plena que ocupa mucho tiempo. Si tú entrenas Judo en la universidad 4 horas diarias y luego haces un poco de físico, estás totalmente rendido. No puedes practicar otra disciplina.
¿Por qué deja Japón y por qué acaba en Asturias?
La práctica del Judo era por deseo de mi padre, no mío. A mi lo que más me apasionaba desde pequeño era el teatro. Era lo que me molaba [risas]. Conseguí entrar en un grupo de teatro, quizá el más importante de Japón, cuando estaba en Tokyo. No era teatro clásico japonés, sino teatro moderno, representando muchas obras occidentales. Los japoneses hacían el papel de extranjeros e intentaban gesticular como los occidentales. Era una gestualización aprendida a través de las películas de la época, ya que los japoneses no suelen gesticular, porque es algo que está un poco mal visto, al contrario que entre los occidentales, donde es un medio de comunicación. Al percibir esto, lo diferente que era a lo que veía en televisión, incluso, hasta la manera de caminar, al cabo de unos meses me plantee ir unas vacaciones de verano a París, algo que la mayoría de los estudiantes de teatro no podían hacer porque no podían económicamente. Pedí permiso a mi padre, cogí mi judogi, unos cuantos dólares y me fui (1967).
Mi intención era entrar en una escuela de teatro de París y compaginarlo con la enseñanza del Judo, pues sabía que estaba teniendo mucho auge en esa época y confiaba en mi capacidad para impartirlo.
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Shu Taira 22/07/1967 con su madre y hermano saliendo para Europa |
Llegué, en el mes de Julio vía Yokohama – Moscú – París, unos días antes de la fiesta nacional en París. Desconocía que en Europa había un parón por vacaciones en verano, y me encontré que las escuelas de teatro y los gimnasios estaban cerrados. Entonces decidí comprarme una motocicleta de 50cc e ir hasta Suiza, porque allí vivía el maestro Mikami. Estuve allí un mes y medio. Entonces ya estaba acabando el verano y quería volver a París, pero antes deseaba pasar a España, ya que en Madrid vivía otro maestro japonés de la Universidad, Masurao Takeda. Me dije: ¡pues voy a saludarlo y luego vuelvo a París! Este era mi plan.
Ya estando en España, Takeda me comentó que había abierto un gimnasio en Oviedo que llevaba su nombre, y que estaba enseñando un judoka primer dan. Me propuso venir y quedarme unos cuantos meses dando clase, que sería bueno, ya que yo por aquel entonces era cuarto dan. A mi me pareció bien… además tampoco me quedaba mucho dinero. Entonces vine y me quedé… de forma definitiva. Me trataban muy bien, me sentía muy bien y cómodo con los asturianos y después me enamoré de una chica, actualmente mi esposa, tuve hijos…. Así que eché raíces. Yo tengo mi vida aquí.
¿Entonces su motivación al venir a Europa era el Teatro y no enseñar Judo?
Si. Yo venía para hacer teatro, pero vine con Judogi, porque el maestro Sano, que había estado anteriormente en París, me había comentado que siendo yo cuarto dan podría dar clases de judo fácilmente y así tener un trabajo. Incluso me había dado las señas del Secretario General de la Federación Francesa. Entonces la idea era estudiar teatro y en el tiempo libre impartir Judo.
¿Fue fácil la adaptación a la mentalidad occidental?
Si y no… Si y no. Había cosas que entraban sin ningún problema, pero otras eran culturalmente muy distintas, muy chocantes. Pero había una salvación. El Dojo. Dentro y fuera del Dojo eran cosas distintas. Fuera, me tenía que adaptar a la cultura occidental, pero dentro, yo era el amo, el que mandaba [risas], y los alumnos se tenían que adaptar a mi cultura. Creo que si hubiera venido y tenido un trabajo normal de oficina, quizá hubiera sido agobiante.
¿Dónde empezó a dar clases?
En el Gimnasio Takeda, en la calle Monte Gamonal (Oviedo).
¿Cómo ve la evolución en la enseñanza, la actitud, el método de entrenamiento y el Judo desde el posicionamiento de Pionero?
Es algo complicando, que requeriría un estudio más profundo. En mi primera época en Oviedo el entrenamiento era 100% sistema japonés. Era así porque yo necesitaba manifestar mi capacidad de enseñanza y que mis alumnos ganasen competiciones. Era la mejor forma de promocionar el Judo y el nombre de mi gimnasio en una ciudad pequeña como Oviedo. Entrenábamos muy fuerte.
Me acuerdo que cerca de donde teníamos el gimnasio había unas escaleras de piedra, que subían hasta la iglesia de San Pedro de los Arcos, donde íbamos los domingos, los que querían y algunos obligados [risas], a subirlas y bajarlas cargando al compañero a la espalda; después nos íbamos corriendo hasta la cima del Naranco. Y en las clases regulares los competidores se apartaban del grupo y practicaban hasta 1.000 uchikomis. Entonces, poco a poco, empezó a haber competencia en otros gimnasios, por lo que había que entrenar más. Con 25 ó 26 años hacía el entrenamiento con ellos, randori, lo que fuera. Tengo mucha añoranza de aquella época, y de aquellos alumnos, porque hemos trabajado, sudado y sufrido juntos.
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Shu Taira – Cecchini – Herrero – Cecchini 1968 |
Pero luego vino otra generación, en la que yo había pasado a una etapa de maestro, o profesor o como lo quieras llamar, donde ya no era un compañero. No entrenaba con ellos como un chaval joven, porque físicamente no podía, y tenía más gente de la que preocuparme en enseñar técnicamente bien, porque además sino se marchaban. Además coincide con un cambio en la sociedad española. Imagínate, que además de en los gimnasios enseñábamos Judo en los colegios como actividad extraescolar. Piensa que sólo había ballet, futbol, baloncesto… y Judo. Y claro, el Judo sonaba muy exótico y se apuntaban montones de niños. Me acuerdo de tener hasta 200 niños en un colegio. Hoy en día tener mas de 50 niños en Judo es muy complicado, porque hay más actividades que antes (inglés, alemán, informática…).
Yo viví la época de oro de las artes marciales en España y en Asturias. Daba clases en Oviedo, Gijón, Mieres, Turón… y a la vez era técnico de la Federación Española, dando cursos por toda la geografía española. También fui Seleccionador Nacional Junior entre otras cosas. Pero llegó un momento en el que debido a problemas de salud, y lamentándolo mucho, tuve que dejarlo. Ya han pasado 9 años desde eso.
¿Cómo ha cambiado el Judo? Yo como ahora no estoy metido en el mundillo solo sé lo que me cuentan… No sé que decir… tengo envidia de aquella persona que puede seguir dando clases. Me gustaría estar en el tatami, pero estoy jubilado por salud. No puedo. Entonces, el Judo, ¿ha cambiado? Asturias mantiene la tradición que yo he legado. ¿Cuál es ese legado? La competición convencional y la kata. Por ejemplo en Galicia no hay tradición de Kata. Aquí no es así. ¿Qué significa esto? Nosotros, Asturias, empezamos a realizar los campeonatos de katas unos años antes de que la Federación Española hiciese el I Campeonato de España de Katas. En Asturias tenemos 5 ó 6 parejas de nivel internacional en Kata. Este año en Málaga hay un campeonato mundial de katas. ¿Qué quiere decir todo esto? Nosotros no somos Madrid o Galicia (8.000) en numero de licencias. Aquí seremos 2.000. Es claro ver que cuantas menos licencias hay, menor es la probabilidad de tener grandes competidores internacionales… si ya es un milagro tener campeones nacionales. Pero en cambio, en katas, Asturias cuenta con parejas que pueden ser campeones de España, de Europa y del Mundo. Asturias tiene esa posibilidad porque las katas son puramente técnicas. Es solo tú técnica, no necesitas una excesiva condición física ni hacer mil randoris para ser campeón del mundo. Es la perfección técnica. Si hay un maestro capaz de guiar a una pareja que tenga las cualidades necesarias, que para todo se requieren cualidades, ya está. Asturias tiene un nivel muy alto en katas.
Vivió una época como la mía. Nadie sabía que era el karate. El Takeda fue el primer club que trajo el Karate a Asturias. Recuerdo que al principio mandaba a los alumnos de Judo a clases de Karate, y les resultaba cómico el estar en Kiba dachi haciendo 1.000 choku zuki. Pero gracias a las películas de kung fu de la época (bruce lee, el pequeño saltamontes, etc.) la situación cambió radicalmente. En una época en la que los niños menores de 15 años no podían hacer karate había en el Takeda dos clases seguidas, con 50 personas cada una de ellas. No cabían más. Kohata tenía más de 100 alumnos y también daba clases particulares a la policía y cuerpos de seguridad. Kohata ha formado a grandes karatekas como Rodolfo Suárez, Carlos Valdés, Elías Piedra, Lino Gómez…
Con el Judo habrá pasado algo similar…
Sí, eso me ha pasado a mí también. Yo he tenido grandes alumnos que ahora tienen sus propios gimnasios y continúan enseñando mi método… aunque no todos lo siguen al 100%, ya que cada uno tiene su manera de ser diferente y lo adapta a su propia visión, lo que es algo natural y normal. El Judo asturiano está definido por la persecución de la técnica y aspecto mental (respeto, valores…).
¿Quienes representan mejor estos valores y conforman su línea sucesoria?
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Shu Taira con los chicos de Mieres 35 años después |
Muchos los representan y no puedo citar a unos y olvidarme de otros, no sería justo. Pero en el Kodokan no hay la diversificación de escuelas que tiene por ejemplo el karate. La genealogía es lineal.
¿Qué le ha llevado a la difusión del Judo y las costumbres de Japón por Facebook, cuando otros maestros japoneses afincados en España no lo han hecho?
No sé porqué no lo hacen otros maestros japoneses. Yo empecé un día y me fue enganchando un poco [risas]. Es que claro, publicaba una foto y resultaba que gusta, llegando a preguntarme como era posible que eso gustara. Es que yo publico sobre cosas que me interesan y que coincide que a lo mejor la gente no sabe y le gusta. Entonces estoy haciendo un servicio, y además mi autoestima mejora con la reacción positiva de la gente [risas]. Varios amigos me han agradecido la publicación de temas concretos de los que no tienen otra forma de saber… bueno, pueden ir a vivir a Japón para comprender muchas cosas sino [risas]. Mi intención es difundir la cultura de Japón, las artes marciales y el Judo.
Sugata Sanshiro (La leyenda del gran Judo, 1943, Akira Kurosawa). ¿Se ajusta a la imagen del judo?
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Charles Chaplin por Shu Taira |
Simplemente es una película, nada más. Seguro que cosas muy similares a lo que sucede en la película que han pasado, pero en las películas siempre se exageran las cosas. Pero bueno todas estas películas, igual que los mangas, son un gran medio de difusión de las artes marciales: Karate Kid, las de Bruce Lee… han sido medios importantísimos para la difusión de las artes marciales.
¿Qué importancia tiene la competición dentro del Judo?
Mmm… no digo que todo, pero es un campo importantísimo. Es algo muy atractivo. Nosotros pensamos que la progresión de la técnica del Judo tiene que ser a través del randori, la competición y la kata. Estos tres aspectos son vitales para mejorar la técnica.
¿La competición? Si se es una persona sana, física y mentalmente, se pasa por esta fase. ¿Qué observamos a través de la competición? La efectividad del Judo del competidor. Puedes aprender técnica y teóricamente muchas técnicas, pero si no eres capaz de interpretarlas en competición y demostrar su efectividad… pues estas aprendiendo Judo sólo sobre un papel. Eso no vale. Por eso en el examen de Cinturón Negro hay randori. Ahí es donde hay que demostrar la efectividad de lo aprendido. Por eso la competición es importante.
Evolución de la competición del Judo.
Hoy en día, recientemente finalizado el campeonato mundial en Rusia, el Judo es un espectáculo. Hace 30 ó 40 años la gente no entendía bien el sistema de competición, y además ambos competidores iban de blanco, provocando que el espectador no supiera quien caía y quien proyectaba. La mayoría también desconoce el reglamento de competición, ¿qué es Ippon? ¿Qué es Waza-ari? Todo esto se ha cambiado. Ahora el Judo tiene color y cualquiera puede ver quien gana, quien es mejor. También se ha simplificado más el reglamento de arbitraje, incluso usan video. Antes arbitraban tres personas (dos esquinas y un principal). Ahora solo hay uno en el tatami y dos en la mesa con el video. Pero sigue cambiándose de una forma tan vertiginosa que es difícil de seguir. Pero lo que se persigue es la popularidad del Judo.
¿No cree que la competición actual lleva a una excesiva especialización de los competidores, que solo entrenan lo que les sale y obvian otros aspectos del Judo?
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CPTO Judo Katas 2012 – José Joaquín Suárez y Carlos de Cima |
Mira, hay dos campos. La competición es buena y hay que competir si es posible. Es un análisis de la capacidad física y técnica y de la eficacia… ver hasta donde se puede llegar. Pero demasiada dedicación a preparar campeonatos y la competición puede provocar que se dejen de practicar y aprender otras cosas. La competición sola no te completa como Judoka. El Judo tiene muchas cosas, Katas, cientos de técnicas… pero claro, para ganar hoy en día es necesario mucha preparación física y especializarse en 4 ó 5 técnicas nada mas. Pero esto es hasta cierta edad. ¿Cuántos competidores de Judo de mas de 30 años hay? Muy pocos. La etapa de competición es un periodo muy cortito. Después de los 30 años, al dejar atrás la competición, hay otro campo suficiente si quieres seguir progresando en Judo.
¿Y no cree que haya un excesivo énfasis en competición?
La mayoría de los profesores de Judo, salvo excepciones, han sido campeones. Hay una minoría que nunca ha hecho Judo de competición pero sabe entrenar a los chavales y sacar competidores. Hay quien no sabe hacer competición pero sabe enseñarlo, porque tiene una buena metodología.
Pero no sé que vida le espera a esta gente. Cuando lleguen a una edad en la que quieran disfrutar el Judo, ya no podrán, porque han pasado la edad a la que tenían que haberlo sudado y disfrutado. ¿Cómo vas a disfrutar a los 60 años haciendo randori? ¿O vas a hacer solo katas? Es un tema complicado.
Además hay un cierto monopolio de los primeros maestros, que tienen copado el mercado y son altos grados. Aunque no es culpa de ellos, sino que están desde hace mucho tiempo. Entonces en un sitio donde haya dos gimnasios iguales, y uno es 2º dan y el otro 7º dan, 8 de cada 10 irán al segundo. ¿Cómo rompes esa dinámica? O siendo tú campeón o teniendo más campeones.
Reglamento de Competición de Ne Waza.
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Tsuson Taira & Shu Taira 1969 |
Sin comentarios. Eso se llama Kosen Judo, que era lo que había en la época de mi padre. Hoy en día el Judo es saludar, ponerse de pie, agarrarse e intentar hacer técnicas, pero no vale llevar directamente a alguien al suelo, aunque tu seas experto en suelo, eso es Mate! No dejan trabajar el suelo así porque es falta. Puedes hacer Judo suelo, pero no llevarlo directamente al suelo. Kosen Judo era eso, empezaban el combate de pie y no acababa hasta que uno finalizaba o el otro se rendía, aunque fueran 40 ó 50 minutos. Era básicamente Judo suelo, por eso nació el BJJ, porque eran practicantes de esta época del auge del Kosen Judo. ¿Pero cuál es más difícil? ¿Judo de pie o judo suelo? Judo de pie. Es más difícil técnicamente, porque hay 3 dimensiones. Judo suelo tiene 2 dimensiones. Además el Kodokan prohibió llevar directamente al suelo. Piensa que Jigoro Kano enfatizó el trabajo de Judo pie, y fue con este trabajo con el que derrotó a los Jiujitsuokas. Entonces hicieron un reglamento para no llevar directamente al suelo, como en el Jiujitsu. Pero claro, ahora la historia se repite.
Continuará…