Y que mejor manera de terminar una Pretemporada que disfrutar de un tenderete de dos días con todos los que se han estado esforzando conmigo.
Y con ese pensamiento el Club organizó un encuentro para el disfrute de sus componentes y amigos. Tuvimos la suerte de disponer de la finca que tiene en la Zarza nuestro amigo Aníbal, en donde, nada más llegar pudimos disfrutar de la amabilidad y la tranquilidad que nos dan sus gentes y el lugar en si.
Los pequeños tenían donde jugar y donde correr, los padres y los componentes mayores donde poder sentarnos a hablar, reirnos, y discutir sobre algunos temas, los cocineros donde preparar ese medio cochino que supo a poco. Desde que llegamos y montamos las casetas, sentimos como si fuéramos de alli, y eso fue gracias a la familia de Aníbal que nos trataron como reyes.
No podemos cerrar este artículo sin dar las gracias a Aníbal y a sus familiares, por el acogimiento tan grande que nos han dado, a Fredy por sus horas detrás del fuego dándonos de comer noche y día, a Lolo y a Domingo por ese repertorio de chistes y esa guitarra que nos amenizó la tarde del sábado, y a Elena por haber llevado el peso de la Logística del Tenderete, ya que sin ella no hubiera salido nada de esto para adelante.
A todos los que fueron gracias por venir, y a los que faltaron animarlos a que vengan la próxima vez.