HISTORIA DE LOS PRIMEROS CINTURONES NEGROS DE JUDO




Este artículo lo he encontrado, y he hecho un copia pega, ya que se que ha muchos de nuestros compañeros seguro que les resulta de lo más curioso, verdad Jose?.

Los primeros cinturones negros de Judo

Shiro Saigo:

Muchos hombres tuvieron un protagonismo excepcional dentro de este método de defensa y entre todos ellos, quizás el mas emblemático haya sido Shiro Saigo, que fue el primer cinturón negro, junto con Tsunejiro Tomita, cuya vida ayudó a proyectar y engrandecer esta nueva disciplina marcial. Él, fue el judoka escogido por Kano para plasmar en combate, tal como lo había concebido, la eficacia del Judo-Kodokan que años atrás había creado.

Shiro Saigo, asumió la responsabilidad de imponer en cada una de las competiciones en las que se enfrentaba a los mas variados y expertos luchadores del ju-jutsu, la superioridad del judo. Sus combates contra las mas afamadas escuelas y sus distintos estilos, siempre tuvieron el mismo resultado. Estas fueron vencidas por el emergente poder del nuevo judo. Así, entre los alumnos del maestro Kano, se resaltaban cada vez con mas fuerza los triunfos contundentes del excepcional Saigo.

Shiro Saigo: Este judoka nació el 04 de febrero de 1866 en el pueblo de Aisu. Su nombre, Shida Shiro, (Shiro «cuarto hijo»), llegó a Tokyo en 1881 donde fue adoptado por una familia de la que tomó el apellido Saigo y siguió practicando el ju-jutsu de la escuela «Tenshi Shinyo Ryu» con el maestro Inoue. Aunque algunas publicaciones dicen que fue en 1883 cuando conoció a Jigoro Kano, según el libro de Kodokan, en mayo de 1882 cuando Kano abrió su escuela con 12 colchonetas y nueve alumnos, Saigo ya era uno de esos nueve primeros alumnos y también comenzaba a mostrarse como uno de sus preferidos.

Joven especialmente dotado para el combate, a pesar de su corta estatura (rozaba el 1,50 m, pero debemos tener en cuenta que en esa época la estatura media japonesa estaba sobre 1,60), consiguió victorias de todo tipo derrotando a rivales casi siempre mucho mas corpulentos. Fueron los contínuos éxitos obtenidos en sus peleas ante estos expertos los que comenzaron a forjar su leyenda.

Uno de los triunfos mas relevantes lo alcanzó ante un equipo de ju-jutsu que varias veces había retado a los judokas de Kano, como este no contestaba a sus desafios, los ju-jutsukas se acercaron directamente al Kodokan con la pretensión de vencer al judo en su propia casa. Jigoro Kano les recibió amablemente y aceptó la invitación, designando de inmediato al judoka que se enfrentaría al famoso campeón de ju-jutsu, Sakujiro Yokohama, apodado «Oni», (demonio) de complexión formidable, mucho mas pesado, mas fuerte y alto, y temible luchador).

Judogi de Shiro Saigo
Según los documentos de la época, pactadas las reglas se iniciaron los combates. El mas esperado de todos ellos era el de Saigo contra el ju-jutsuka Yokohama y el combate así lo relatan las crónicas de la época:

» … Confiado, Yokohama avanzó con energía hacia Saigo, pero de inmediato fue derribado por un aplastante yama-arashi. Encorajinado, de nuevo se lanzó contra él y un barrido volvió a proyectarle. Una vez tras otra Saigo con «yama-harashi» ,su movimiento especial, conseguía derribar al ju-jutsuka.»

Esta secuencia se repitió muchas veces durante el combate, hasta que finalmente el propio Yokohama, agotado, se declaró vencido al pronunciar la palabra «maitta» (me rindo) tras casi treinta minutos de lucha». Mas tarde Yokohama, pidió ser aceptado como alumno en el Kodokan-Judo, donde fue admitido.

Entre 1883/87 tuvieron lugar la mayoria de confrontacionesde y fue especialmente decisiva la que enfrentó a Kodokan-judo contra expertos de la escuela de Tosuka ju-jutsu donde se libraron 15 combates. El judo se proclamó vencedor en trece de ellos y los otros dos fueron combates nulos. La superioridad mostrada siempre por Kodokan sobre los existentes métodos de lucha fue entonces reconocida por sus adversarios y a partir de ese momento la propia policía japonesa adoptó sin reservas el naciente Judo como su Arte Marcial de Defensa.

* El ju-jutsu, comenzó a sufrir entonces un traumático declive.

Después, Jigoro Kano, que incluso llegó a ser presidente de la organización Butokukai de Artes Marciales, impulsó el judo desde todas las esferas posibles hasta convertirlo en deporte obligatorio en la enseñanza. Entonces el Kodokan- Institute tomó un plano privilegiado en la enseñanza, en la cultura y en la sociedad.

Al mismo tiempo, la figura de Saigo no dejaba de crecer popularmente entre la gente y comenzaron a divulgarse aún con mas fuerza sus éxitos por todo Japón. Era el hombre a imitar por los adolescentes nipones y durante años fue considerado por todos como un símbolo a quien intentar emular. Gracias a su persona, como ocurre ahora con los mas famosos deportistas, el judo multiplicó por cientos el número de jovenes practicantes.

Paralelamente, el competidor Shiro Saigo, gozaba de un gran prestigio dentro de su circulo de grandes judokas en el Kodokan-Judo. Así, el propio Jigoro Kano durante uno de sus largos viajes a Europa le dejó al frente del Kodokan nombrandole director en 1888, lo que mostraba la enorme consideración y respeto que le profesaba, pues otros grandes senseis de Kodokan no habían gozado de tal honor.

Con el paso del tiempo el carácter indómito y demasiado activo de Saigo, le acercó a una vida difícil que marcó unos años oscuros en los que convivió con demasiados problemas personales. Esto le apartó definitivamente del judo y de Kodokan e hizo que en 1891 se retirase desde Tokyo a la ciudad de Nagasaki, donde volvió a practicar otras disciplinas como el kyudo, el aikydo, etc. en las que también se distinguió por su maestría. Allí rehizo su vida colaborando como crítico de artes marciales japonesas en un periódico de la ciudad.

Jigoro Kano
Finalmente, el que fuera emblema y protagonista de excepción en este arte marcial y en su historia, falleció el 23 de noviembre de 1922, a los 56 años, alejado del judo.

* En una de las plazas de su ciudad, se levanta una estátua conmemorativa como homenaje permanente a este verdadero genio, brillante y excepcional judoka, que fue Shiro Saigo.

* Cuando hablamos de Ju-Jutsu, Jiu-Jitsu o Ju-Jitsu, todos los términos empleados se refieren a la misma modalidad de lucha, aunque la forma genérica y la denominación mas correcta para referirse a este arte marcial, sería la de «Ju-Jutsu», como referencia a las disciplinas del antiguo Japón.

* Los organismos que entonces y en el futuro inmediato dirigían las artes marciales niponas, una vez creado el Kodokan, eran dos, el «Kosen» y el «Butokukai». En 1897 se creó el Butokukai, Asociación de Virtudes Marciales del Gran Japón (Escuela Nacional de Artes Marciales) con sede en Kyoto, de la que Jigoro Kano en 1889 llegó a ser presidente. El Kosen, la otra gran formación creada sobre 1900, agrupaba a los alumnos correspondientes a la Escuela Superior Profesional (estudios, artes, oficios, etc) y eran expertos en la especialidad de ne-waza o judo suelo.

* En el momento en que el JUDO ya gozaba de una gran expansión, gentes de otros esferas sociales como la cultura o el arte, se interesaron por él impulsándolo aún más e introduciéndole en los mas altos niveles de la jerarquizada sociedad nipona. Por medio de su gran competidor Saigo, el judo se hizo altamente popular y jóvenes y adultos hablaban y se interesaban cada día por este arte marcial.

* Tengamos en cuenta que el judo Kodokan, según cuenta su historia, a partir de 1884 y hasta 1886 hubo de hacer varias confrontaciones contra diversas escuelas de ju-jutsu y vencerlas ante los tribunales formados por los grandes maestros de la época para poder ser acogido como el verdadero arte marcial moderno. La policía japonesa, tras el Festival de Artes Marciales creado para tal fin y donde el Judo arrasó literalmente al resto de disciplinas de combate, lo instauró como defensa personal obligatoria para sus agentes y en 1886 se unió a las enseñanzas de Kodokan.

Posteriormente fueron creadas varias katas de judo de ataque y defensa tras la reunión durante varios días de los mejores maestros de artes marciales. Aún hoy perduran y son katas oficiales para los exámenes de Danes.

Tsunejiro Tomita:

Fue otro de los hombres importantes en la historia del judo, ya que ha sido el primer alumno oficial del Kodokan y también el primero en alcanzar el rango de 7º Dan. Saigo y Tomita fueron compañeros de entrenamiento, amigos en Kodokan, y ambos el mismo día, los primeros cinturones negros de la historia. La unión de las dos personalidades, su amistad y las experiencias vividas posibilitaron que muchos años mas tarde el judo llegase al gran público mediante un libro de enorme éxito en Japón.

Esta es la historia:

El maestro Tsunejiro Tomita (personalidad preferente en el Kodokan de Kano) era uno de aquellos primeros nueve alumnos con los que Kano inició la andadura de su nueva disciplina. La gran personalidad a lo largo de sus extensas vivencias en los tatamis y su alto nivel técnico hizo que fuese ,junto con Saigo, el primer cinturón negro de judo de la historia. Es reconocido como uno de los pilares de Kodokan desde su existencia.

Tsunejiro Tomita
Jigoro Kano confió todo su judo y su organización a cuatro grandes y excepcionales maestros y Tsunejiro Tomita es uno de ellos.

Además en la vida de Tsunejiro Tomita coincidió un hecho excepcional que dió una espaldarazo vital para el judo y que fue protagonizado por uno de sus hijos, Tsuneo Tomita. Este, dedicado a las artes, era un brillante escritor que en pocos años terminó convirtiéndose en una personalidad de enorme rango en la cultura japonesa, su famosa obra «Shugata Sanshiro», también llamado «Sanshiro Sugata» catapultó aún más este arte marcial en todo el Japón.

En este libro se desgranan, entre otras cosas, las vivencias de un joven que llegado de un pueblo a la ciudad pretende adentrarse en una nueva escuela de ju-jutusu y se encuentra con el naciente judo. El carácter, el honor, la perseverancia, etc, los valores que se presumían como esenciales para ser un maestro o discipulo de esta disciplina dan forma a una historia casi tomada de la realidad, en la que Tsuneo Tomita, documenta su relato contando casi de primera mano algunas secuencias personales de la vida de Saigo que a él le fueron relatadas por su padre y que sirvieron como referencia para describir al personaje ficticio del texto en una trama en torno a un maestro y a su alumno de judo.

La narración, (Posteriormente adaptada y llevada a la gran pantalla en 1943, por el mejor director de todos los tiempos del cine japonés, el oscarizado Akira Kurosawa en la que fue su primera película, al igual que su segunda versión «La Nueva Leyenda del Gran Judo», en 1945) cuenta,tanto en el libro como en el film, la historia de un joven que acude a la gran ciudad para ser maestro de judo, el contundente y nuevo método de Defensa Personal, que apareció en la escena de la lucha oriental ,y venciendolas, revolucionó absolutamente todas las artes marciales.

En esta película el maestro de Shugata Sanshiro se llama «Shogoro-Yano», en clara referencia a Jigoro Kano, creador de este arte marcial. El film desarrolla una historia que realmente existió en los primeros tiempos cuando el judo hubo de enfrentarse en combates durísimos a otras artes marciales para poder conseguir un lugar de privilegio. Pero en la película también se articula la vida personal de Shugata con decisiones en situaciones extremas, valor, humildad, honor, etc, en torno al judo.

Ambas personalidades, las de Saigo y Tomita, forman un tanden de especial valía entre los que hicieron posible la expansión del este método que desde su inicio no ha dejado de crecer hasta confirmarse como el arte marcial moderno, que con el tiempo habría de llegar a millones y millones de practicantes en todo el mundo, consiguiendo ser deporte olímpico y el arte de la Defensa Personal por excelencia.

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